En 2013 nos fuimos a Europa con mi papá, mamá y Maru. Fue muy bonito, ibamos con la idea que ellos disfrutaran, casi como guía de viajes y así fue...

Nos recibió un Madrid frio y hasta lluvioso, al inicio, aunque luego por suerte salió el sol. Caminamos sus famosas avenidas, visitamos sus parques y monumentos. Lo usamos como centro de operaciones. De allí fuimos a Toledo, donde recorrimos esa bella ciudad. Lor se quedó sola con ellos mientras yo iba a Valencia a un congreso. Esos días que fui a Valencia, ellos en Madrid llegaron a caminar hasta a 8 grados. Es lo mínimo que Lor ha estado y por añadidura mi familia.
El viernes que yo terminaba mi congreso ellos se fueron a Valencia en un tren temprano. La recorrieron y luego habíamos quedado de vernos en el tren de regreso para volver juntos. La incertidumbre era si lo lograríamos, era época sin wapp, no había tanta comunicación en la palma de tu mano. Pero si lo logramos!!
Nuestro próximo destino fue Barcelona, o Roma...jaja no recuerdo el orden.

Digamos que fue Roma. La ciudad eterna nuevamente, por solicitud de mi familia. Recorrer sus calles, llevarlos al Vaticano, ver a papi medio llorando por haber visto al papa. Acompañarlos a recorrer el vaticano saliendo por la capilla sixtina pero esperandolos afuera porque ya nosotros lo habíamos recorrido...jeje. Otro recuerdo es comer comida italiana todo el dia aunque Lor prefería los kebabs, lo cual le valió una regañada en plena calle...jeje

Y cerramos con Barcelona. La ciudad que combina todo de manera magistral. Allí usamos el bus turístico, bajándonos en muchos sitios. Recordamos la plaza Cataluña, la Sagrada Famila, el tour al Camp Nou del Barca. Ese nos encantó. Además caminar por las Ramblas. Acá fue Maru quien lloró cuando escuchó la canción Mediterraneo, a la orilla del Mediterraneo precisamente... Una de las cosas que siempre hicimos con Maru fue ir de compras...jeje. Por todo lado paraba a buscar souvenirs y regalos para su familia. Otra de las cosas que "descubrimos" en este viaje fue la opción de los restaurantes todo incluido, muchas veces administrados por chinos pero con oferta gastronomica occidental. Aunque mención aparte merece Fresco, un descubrimiento de Lornita fue ese...
La última noche la pasamos en Madrid. Un recuerdo lindo que tengo de esa noche es que fuimos a ver un musical inspirado en música de Sabina. Dejamos a los niños guardados en el hotel y nos fuimos al teatro y comer algo.
Ese paseo lo disfrutamos mucho y por dicha creo que ellos más aún.
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