Nuestro periplo inició vía Alemania. El 15 de noviembre volamos vía Bogota, donde estuvimos muchas horas de escala, y llegamos a pasar una noche en el hotel Meininger cerca del aeropuerto de Frankfurt. Esa noche salimos a comer con mi primo Ricardo, Melanie y Emma. Estuvimos en un lugar de comida típica donde según la memoria de Lornita, que para eso es muy buena, consumimos una cerveza local y un plato de ensalada de papa junto con un preformado de embutido. La pasamos bien y hablamos mucho, como siempre con mi primillo. Esa noche fuimos a ver Frankfurt de noche, la plaza central, un puente famoso y tomamos fotos.
Al siguiente día volamos de Frankfurt a Amman, capital de Jordania. En el aeropuerto nos esperó el guía quien fue muy amable y nos ayudó, adentro del aeropuerto, para pagar la visa. Llegamos al hotel de noche y cenamos en un restaurante vacío... Lornita nos recuerda el menú: pollo ante la duda de qué comer acompañado de un caldo cuyo nombre escapa a su prodigiosa memoria gastronómica. Algo que nos llamó la atención fue el detector de metales a la entrada del hotel.
El lunes 17 de noviembre, nuestro primer día complejo en Amman, caminamos la ciudad por nuestra cuenta. Nos advirtieron que era muy segura. Además investigamos un poco y encontramos que Jordania es un país bastante pacifico. Ese lunes anduvimos el mero centro y unas callejuelas aledañas. Yo recuerdo la calle por las embajadas, un par de rotondas y las calles cerca del mercado llenas de vendedores, caos y bulla. Lornita recuerda muchas ventas de especias y frutas. Fuimos a un tipo de Coliseo de la época romana. Jordania es uno de los países es con mayor vestigios de la imperio romano. Otra cosa que recuerdo nítidamente sn la llamados a rezar de los musulmanes. Ese día soy yo el que recuerda dónde comimos, una sodita como de barra pequeñita. El menú era un burrito árabe que vendría siendo como un shaguarma.
Nuestro segundo martes 18 fuimos a Jerash. Esta antigua ciudad romana en estado de excelente conservación, se ubica a 60 kilómetros de Amman. Allí caminamos por la calzada principal y recorrimos todos sus sitios de importancia histórica. Vimos unas cabras inmensas...muy altas. De regreso dimos un paseo panorámico por Amman, regresando a muchos lugares donde habíamos estado el día anterior. Nuestro grupo de viajeros resultó ser pequeño: el peruano parecido a Víctor nuestro vecino con su papá y mamá; dos familias brasileñas; y el che abogado viajero consumado de apellido Severo.
El tercer día fuimos de Amman al mar muerto, monte Nebo, Madaba y llegamos en la noche a Petra. Primer destino mar muerto. Estaba muerto. Lornita se bañó en ese mar y flotó fácilmente. Yo aún no me había operado por lo cual desistí de meterme. Estuvimos como en hotel spa y pasamos de compras de productos como barro, cremas y exfoliantes. La pareja brasileña no le daba la gana almorzar por no gastar plata y nosotros moríamos de hambre. Nos tocó comer otro burrito árabe en la calle caminando. De ahí nos desplazamos al monte Nebo, lugar donde Moisés vio la tierra prometida. La vista corresponde al valle del Jordán, el mar muerto, el desierto de Judea y Jericó. Luego pasamos a Madaba, lugar donde vimos el mosaico famoso representando a la tierra en la iglesia de san Jorge. Ahí almorzamos según Lornita otro shaguarma. De allí a Petra...
En nuestro cuarto día visitamos la impresionante ciudad de Petra. El hotel estaba frente a la entrada principal, cruzando la calle entrábamos. La caminata de la entrada al monumento principal es de 40 minutos, pero uno va parando para ver las figuras enclavadas en la montaña. Petra es una ciudad excavada e incrustada en la roca, con más de 2000 años de historia. Lo más cercano a los Picapiedra. Cuando uno llega al monumento principal, el tesoro, el desfiladero entre la montaña se abre para dejar ver esta impresionante figura de columnas enclavadas en la roca. Nos quedamos mucho contemplando esta bella estampa. Lornita montó en camello. Luego seguimos caminando, pasando por el monasterio y lugares de souvenirs. Al final almorzamos en un todo incluido, un restaurante dentro de la ciudad de Petra. Además por un rato se nos perdió el papa peruano. Petra es un lugar fantástico !!
Ese mismo día en la tarde nos fuimos de Safari al desierto de Wadi Rum. Otro lugar esplendoroso. Entramos en un carro 4x4 e íbamos en la cajuela. Tragamos polvo como pocas veces. Caminamos por las dunas, subiendo a puntos altos y al caer la tarde vimos un bonito atardecer. Ese día concluimos cenando en el hotel.
El día 5 nos trasladamos de Jordania a Israel. Hicimos una parada en Jericó, en el río Jordán. Ahí estuvimos en el monte de las tentaciones. Además, pasamos como a una especie de balneario, donde la gente se bautizaba con unas batas de baño, dicho muy a lo tico. Lornita recuerda haberse comido un helado y compró mas cremas del mar muerto. No recordamos el paso fronterizo pero si llegar a Jerusalem de noche, un viernes que no había nada y hasta el ascensor del hotel andaba solo. Esa noche cenamos en el hotel, era un todo incluido. Lornita recuerda que le gustó mucho... Ese día conocimos a nuestro guía argentino israelí conocido como "queridos..."
El día 6 fue para Jerusalem. El día amenazaba con lluvia pero por dicha tuvimos un lindo sol. Recorrimos los sitios emblemáticos de las tres religiones que allí conviven. El muro de los lamentos, el santo sepulcro y la mezquita de la roca. Asimismo otros sitios de alto significado para los católicos como la vía dolorosa, golgota, y monte de los olivos. Por la tarde fuimos a Belén y con un guía local visitamos la iglesia de la Natividad con la gruta del pesebre y el campo de los pastores. Estuvimos en la casa de José y María, aprendimos que José quizá era trabajador de construcción en lugar de carpintero pues no había tanta madera sino rocas. Belén se encuentra dentro de una ciudad amurallada como parte del conflicto palestino israelí. Visitamos una especie de casa cultural donde mantuvimos una conversación con estudiantes palestinos quienes nos compartieron su visión del conflicto. En la noche volvimos al hotel para cenar y luego volvimos a Jerusalem para conocerla de noche. Jerusalem es una ciudad sagrada pero además un llena de comercio. Entre los turistas que por miles la visitan más su propia vida comercial con los habitantess, pasa llena de gente.
Una de las noches en Jerusalem visitamos a Daniela Navarro y su esposo. Fuimos en carro a Tel Aviv donde cenamos y pasamos una linda velada. Fue un shock cuando supimos que él había fallecido unos pocos años después.
El día 7 dimos una vuelta panorámica por la ciudad de Jerusalem en el bus, recorriendo su barrio ortodoxo de mea sharim. Luego seguimos en el bus visitando otros sitios emblemáticos como el santuario del libro, el parlamento, la escultura del menorah frente al parlamento. Hicimos también un recorrido por el museo del holocausto, una visita aleccionadora y triste.
En nuestro octavo día salimos de Jerusalem hacia monte Tabor, nazaret, río Jordán y Tiberiades. En el monte visitamos la iglesia de la transfiguración. En nazareth fuimos a la basílica de la anunciación y la carpintería de José. Cerramos el día con un lindo paseo en bote por el mar de Galilea.
El noveno día salimos de Tiberiades hacia Tel Aviv, pasando en el interin por san Juan de Acre y Haifa. De san Juan de Acre lo más famoso es su fortaleza, fue capital de los cruzados. Por su lado Haifa es una ciudad industrial, no muy turística para nuestro gusto. La guía de la empresa dice que subimos al monte carmelo...jeje. Yo recuerdo los lindos jardines que adornaban una parte de la ciudad. Por la noche llegamos a Tel Aviv.
En el día 10 de nuestro paseo nos movimos hacia Egipto. En el camimo pasamos a una granja agricola estilo kibutz. Ahí vimos como viven y el manejo de la finca que hacen. Luego proseguimos hacia Eliat, a orillas del mar rojo donde dormimos para el siguiente día hacer los trámites para pasar a Egipto muy temprano.
El onceavo día temprano hicimos los trámites para pasar a Egipto. Los trámites recuerdo que no fueron rápidos y luego de despedirnos del che querido pasamos a mano de nuestro guía egipcio, quien habia tenido una novia tica. Junto a él un profesor experto en temas egipcios. Ese día viajamos en una pequeña buseta hacia Sinai, pero antes en el camino pasamos a Taba, una ciudad turística que se suponía tenía mucha vida, pero que por la crisis estaba venida a menos. También de camino vimos la fortaleza de Saladino. En el monte Sinaí, donde Moisés vio la zarza ardiendo sin quemarse, hacía mucho frio. Dormimos en el convento de Santa Catarina, sin ponernos pijamas por el frío.. Del monasterio recuerdo la quietud, la oscuridad, la paz pero sobretodo a los monjes cantando musica que yo diría era gregoriana o algo por el estilo. Era entre atractivo, enigmático y tenebroso.
El día doce viajamos todo el día...es lo que mas recordamos. Metidos en una buseta, con el guía hablando mucho de cosas interesantes sobre Egipcio pero cansado, pues la buseta era pequeña. Además, ibamos muy cuidados, en muchos tramos con el ejercito custodiandonos. Y con un oficial armado dentro de nuestra buseta. Para sumar más "emoción" cada cierto tiempo había retenes. Después nos dimos cuenta que hacía poco tiempo se dieron actos de terrorismo, atentados, contra turistas... por eso el viajeron argentino, nuestro amigo Severo, había declinado hacer el viaje por tierra. Los paisajes del desierto del Sinaí impresionantes, pero fue un viaje de 12 horas...al final del día llegamos a El Cairo molidos...pero nos fuimos para las calles. Fuimos a cenar con otro par de parejas, a pesar de las advertencias de los guías de mejor no salir...jeje

El día 14, final del viaje, fuimos a las pirámides. La parte más esperada del viaje. Se cumplieron las expectativas, son impresionantes y enigmáticas, como muchas cosas en Egipto. Visitamos varias de ellas, ascendimos un poquito en una de sus bases, vimos otras por dentro. Como a la mayoría de gente, nos intrigó saber cómo carajos las construyeron, pero luego vimos un documental donde se explicaba..jeje. Ah y por supuesto sufrimos el acoso masivo de los vendedores callejeros de recuerdos. Los guías en los tres países fueron muy buenos, por eso decidimos seguir viajando con Europa Mundo, pero siento que los egipcios fueron demasiados buenos, quizá la mezcla, el jóven de ex novia tica se encargaba de toda la logísitica (propinas incluidas) mientras que el otro, experto, nos inundaba de información pero además era muy jocoso. Fui él quie nos habló del Tutancagón...
Ese día lo cerramos con una actividad muy bonita, como fue cenar en una casa de habitación de una familia media egipcia. La comida me supo como la de mi mamá...jajaja.
Recuerdos finales del viaje que no precisamos fecha pero mantenemos en mente: Lornita regateando que hasta los vendedores ya no querían tratar con ella.
Fue un lindo viaje que nos dejó lindos recuerdos y una sonrisa dibujada